Sobre la hora lo ganó Suiza. Lo busco y al final lo encontró. |
Suiza lo buscaba, iba. Se ponía impaciente. Ecuador se tiraba
muy atrás y pega. La falta era el recurso fundamental y recurrente de los
sudamericanos.
Todo el primer tiempo fue así. Después del gol el arco suizo
le quedaba tan lejos a los de la tricolor.
Apenas empezó el segundo tiempo tiempo Suiza la metió. Puso
el uno a uno. Ricardo Rodríguez es el que pone corazón y pases en el equipo
suizo (sí, aunque usted no lo crea, Rodríguez juega para los europeos no para
los ecuatorianos).
Después de esto, Ecuador reacciono un rato. Se envalentono
Montero y no se canso de encarar. Lo acompaño Enner Valencia. Fue el mejor
momento de los dirigidos por Reinaldo Rueda. Se animaron y llegaron un par de
veces.
Se hizo un partido de ida y vuelta.
Por el lado de Suiza Rodríguez iba por la izquierda todos
los tiros. Se canso de pasar, de hacer la banda.
Y, en la última lo fueron a buscar los europeos. El juez dio
la ley de ventaja en una falta clarísima. El bueno de Ricardo agarro la pelota
y, una vez más se mando de nuevo por la izquierda. Llego hasta el fondo, metió
el centro por abajo y Seferovic, que estaba paradito solo en el área chica, la metió
adentro. A los 93 Suiza lo ganaba.
Para colmo en la anterior se lo había comido Arroyo. La
calentura que tenían los ecuatorianos mientras veían como se abrazaban los del
país de Blatter.
Lo que queda en claro es que Suiza lo mereció muchísimo más
que Ecuador.
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