lunes, 16 de junio de 2014

QUE SUERTE PARA LA DESGRACIA

Un día para el olvido, eso fue lo de Portugal y Cristiano.

No le salio una bien a Portugal.
A los 13 minutos le cobraron un penal en contra. Para la mayoría fue dudoso, uno de esos que cobraba, solamente, Javier Castrilli. Fue penal. Cuando fue a girar lo manoteo varias veces para que no le pegue cómodo.
Dudoso o no la cosa es que Müller lo cambio por gol.
A los 27 (después de que le hicieran una falta que el arbitro no cobro) Almeida tuvo que salir de la cancha lesionado. Y, cuatro minutos después, Hummels metió un frentazo en el área para poner el dos a cero.
A los 36 minutos Müller lo encara a Pepe, el defensor le cruza el brazo y el delantero simula un toque en la cara. Se queda en el piso y Pepe va a increparlo (se acordó de la mama, el papa, la hermanita, los sobrinitos, las sobrinitas y la abuelita. Y, si no tiene abuelita…).
El árbitro llega, ve toda la situación y agarra las tarjetas. Chequea las recomendaciones que envió la FIFA al bunker de los referís y descubre que Pepe esta al día con su abono internacional de tarjeta roja. Lo expulsa.
La verdad, era una jugada para amarilla. Pero, bueno, a Pepe lo echaron por portación de apellido. La cosa es más o menos así: supongamos que el Gordo Valor esta libre y revientan un blindado. ¿A quien va a buscar la policía para arrancar la investigación? Adivino, al Gordo Valor. Bueno, con Pepe, los árbitros y las tarjetas rojas pasa algo parecido. Ya pego tanto y lo rajaron tantas veces que los referís lo expulsan y al mismo tiempo le dicen: “No jodas. ¡Que le hace una mancha más al tigre!”
O sea, dos cero abajo, con uno menos, quedan 60 minutos de partido por delante (con el tiempo que se iba a recuperar y todo, claro) y Alemania tiene el monopolio de la pelota. ¡Bien!
Pero, tranquilos. Ya vendrán tiempos peores para los lusitanos. Porque a los 45, justo cuando los de Portugal estaban pensando en irse al vestuario, pegarse una duchita fría para bajar los humos y ver que podían hacer para arreglar todos los quilombos que tenían, viene Müller y les emboca el tercero. Que tipo desconsiderado este Thomas. Tienen la cabeza en otro cosa, dejalos un poco en paz.
En el segundo tiempo no cambio la mala racha. Le tiro cerca de la ingle a Fábio Coentrao y salio en camilla, se volvieron locos reclamando un presunto penal sobre Eder que el arbitro no cobro, a los 78 minutos Müller les metió el cuarto (y tercero personal, por ahora, es el goleador de la Copa) y Cristiano Ronaldo tuvo un par de tiros libres cerca del área pero no pudo hacer que la pelota pase la barrera (¡esa maldita rodilla!).
La verdad, era uno de esos días para que los dirigidos por Paulo Bento se quedaran en la concentración de Campinas durmiendo la siesta.

Müller metio tres y, por ahora, es el goleador de la Copa.

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