sábado, 21 de junio de 2014

¡QUE LINDO EQUIVOCARSE!

Valencia, no jugara como el tren pero ya suma 3 goles.
Honduras contra Ecuador, en la previa, no parecía uno de esos partidos entretenidos. Los prejuicios indican que Ecuador y Honduras son de los peores equipos técnica y tácticamente. Dos de los más aburridos.
Y, es verdad, el partido fue eso. Erros tácticos, jugadores que no saben con la pelota en los pies, muchas faltas, errores defensivos infantiles y los atacantes que no los aprovechaban porque también se equivocaban.
Pasaron 32 años desde el último gol de Honduras en una Copa del Mundo, y si no fuera por el error de Guagua pueden pasar otros 32 años más. Despejo uno de los centrales hondureños, decir despejo es un elogio, en realidad, ¡la tiro para arriba! Nunca le apunto a nada, se la saco de encima. La agarro picando cerca de su arco y le pego fuerte, alto y recto. La cosa es que la pelota hizo 60 metros por el aire de frente al central ecuatoriano. La estuvo viendo un rato largo, tuvo tiempo para calcular. Y cuando cae pasando el medio campo que hace Guagua, el último hombre de su selección, ¡cabecea al cuerpo del contrario! No la tira para el costado, no la saca por arriba para un compañero o la baja de pecho y la revienta de nuevo (no le pedimos que salga jugando como Beckenbauer). No, no. El tipo va al choque, pierde, se cae y deja solo al Costly con un rebote que sale para  adelante. El delantero en lugar de encarar y jugar el mano a mano con el arquero definió de afuera del área fuerte, abajo y al medio. O sea, definió ¡mal! Costly tiene que agradecer que el arquero es flojo y se tiro antes. Una jugada, un gol y miles de errores. ¡Nadie hizo nada bien! A los 31 minutos Honduras ganaba uno a cero.
A los 34 los de Rueda no podían entrar en una defensa hondureña que se cerró después del gol. Fue Paredes quien decidió probar de afuera, reboto en un defensor y dio la sensación de que había tirado un centro por el piso. La última línea de Honduras dejo que la pelota cruzara todo el área. ¿Qué miraban los defensores? ¿Qué esperaban? Y, ¿el arquero? Y, ¿Candela? Y, ¿la moto? Por el segundo palo apareció Valencia y la empujo. Uno a uno. Se fueron empatados al descanso.
Para los segundos 45 no cambio nada. Errores por todos lados. Un horror atrás de otro. Se marcaba mal, se definía peor, no se hacía una jugada, nadie se juntaba con un compañero y se pegaba un montón sin ninguna necesidad.
La jugada previa al segundo gol ecuatoriano es la síntesis perfecta. La cosa fue así, metieron la pelota en el área y otra vez le quedo a un central de Honduras picando. Agarro y le dio fuerte para arriba (debe ser una costumbre por esos lados) pero, no le pego de lleno y la pelota salió para la izquierda de la defensa. El jugador ecuatoriano al que le cayó en lugar de bajarla la dejo picar. No pico una vez, pico dos veces. ¡Por favor! En inferiores nunca escucho a un técnico gritar: ¡que no pique! No contento con eso se puso de espaldas al arco para cubrirla. El defensor que lo tenía controlado (de espaldas al arco y sin nadie de su equipo para tocar) decidió que lo mejor era pegarle una patada en los tobillos, hacerle foul y darle un tiro libre en el borde del área. Centro cerrado y segundo gol de Valencia, esta vez, de cabeza.
Lo rescatable es que Ecuador consiguió tres puntos que lo ponen a tiro y le dan chances de pasar a los Octavos de Final.

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