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| Dueño de la pelota, figura de la cancha. ¿Neymar? No, Ochoa. |
Este México que entro al mundial por la ventana casi le
arruina la fiesta al anfitrión. Es verdad, Ochoa (el arquero mexicano), fue la
figura. Pero, no porque los de Scolari lo hayan pasado por arriba. No, no. Fue
la figura porque tapo tres pelotas impresionantes.
Por más que no la este pasando bien Brasil, que no tenga el nivel
que se esperaba en estos dos partidos, aunque le cueste y no sea categórico.
Sigue siendo Brasil. Sigue jugando de local. Aunque sea empujado por el aliento
de la tribuna, en algún momento, te va a llegar con peligro. Es lógico.
Fue inteligente lo del técnico Herrera. Esperaron con cinco
en el fondo y tres volantes apretando en el medio. Ordenado. Controlo las
subidas de Dani Alves y Marcelo, las gambetas de Neymar Jr., los arranques y
pases de Oscar. Y, cuando tenía la pelota, el
tri manejaba los tiempos del
partido.
Ojo, los de la verde
amarela colaboraron bastante con el esquema de Herrera. En un momento del
segundo tiempo se hizo notable la falta de movilidad de los delanteros. Ninguno
se mostraba como opción, la pedía, tiraba una diagonal a la espalda de los
defensores. Así, es un lío para el que trae la pelota, para el que la sube. Los
de arriba estaban estáticos y, marcar se hace más fácil, el ataque dependerá de
la habilidad para gambetear del que viene con la pelota en los pies.
Entonces, se agrando México y con un par de tiros de media distancia
puso a trabajar a Julio Cesar.
Brasil, nunca le encontró la vuelta. Trató por arriba, en
los últimos cinco minutos, y Ochoa le tapo un cabezazo a Thiago Silva que lo
confirmo como la figura del partido. Fue Marcelo hasta el fondo, se metió en el
área y probó tirándose. Pero, esta vez
el árbitro no era Nishimura.
México nunca se desconcentro ni se desordeno. Fue cero a
cero, pero no de esos aburridos.
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| Salimos por esta puerta y el micro esta allá. Apuren, que nos cagan a trompadas. |
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